Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 14 de mayo de 2014

Y mientras tanto...

El mismo día que se publica que la deuda pública española alcanza el 96.7% del PIB (más de 990.000 millones de euros), esa deuda que daba tantos quebraderos de cabeza a esa pléyade de lumbreras liberales que pueblan los departamentos de economía del PPSOE, esa deuda que tanto preocupaba al PP, a los tertulianos de todas las radios y televisiones, a los editorialistas... en fin, esa deuda pública que en el año 2008 era en España el 40% del PIB lo que justificó la brutal política de recortes en gasto público (se hizo mucha demagogia entonces, como ahora con otras cosas), es deuda pública que ahora no genera ni un triste comentario, y mucho menos a los adivinos de la caverna y sobre la que el PP pasa de puntillas, como si eso no fuese un indicador macro económico, el mismo día, decíamos, en Huesca, Zipi y Zape vuelven a las suyas como si lo que pasa fuera de su entorno inmediato no fuera con ellos.

Una puesta en escena que tratar de desviar la mirada de la progresía local de una demanda largamente reivindicada que tiene que ver con nuestra Guerra Civil y la Memoria Histórica, demanda que fue obviada de manera intencionada en los tiempos de los psoelistas para ser recuperada y puesta en práctica de manera majestuosa por parte de una joven alcaldesa del PP:  el Parque Mártires de la Libertad en honor a los represaliados republicanos.

Cuando ell viejo republicano juancarlista y su joven aprendiz rechazaban cualquier idea relativa a honrar a los demócratas masacrados por el fascismo local y en compensación apostaban por ceder suelos gratis para la construcción de parroquias, pagar reparaciones de pasos de Semana Santa o levantar bustos a alcaldes franquistas, se estaba forjando una nueva generación que ha tomado el relevo de unos políticos gastados y prestos al desgüace.

Y en esas estábamos cuando, viviendo su mundo interior, Luis Felipe y Fernando Elboj dan un doble salto mortal con tirabuzones y vuelven a desenterrar a un muerto y pasearlo ostensiblemene por el flamane Coso peatonal con nuevos oropeles: demandan al abogado de Jacobo Morlán.  Como lo oyen.

El asunto ya no es político, excede los estrechos muros del Palacio Consistorial.  La dinámica relacional entre los políticos psoelistas y el exjefe de bomberos (a la sazón pariente cercano de otro capo del psoelismo altoaragonés, Víctor Morlán) tiene más que ver con la omertá y las rencilas personales que con la vida pública.

Si todo esto pasase en la Diputación de León y hubiera en el embrollo ambos sexos podriamos pensar en otras cosas.  Pero no, pasa en Huesca y en su Ayuntamiento, o más bien en sus aledaños.

No hay comentarios: