Y al volver te encuentras con una realidad que en ocasiones supera tus propias expectativas lo que nos lleva, indefectiblemente a comenzar este nuevo curso con una rectificación respecto a posiciones anteriores: Luis Felipe.
En las últimas entradas ya avisamos de la excelente imagen que está ofreciendo Luis Felipe en su papel de Alcalde y que se estaba posicionando perfectamente en la línea de salida, pues bien, parece ser que así lo ha entendido el conjunto del partido y no hay discusión sobre la cabecera psoelista en las próximas municipales. No hay tapado, no hay Larraz, no hay sorpresas y por ello debemos rectificar sobre nuestra tesis de que Luis Felipe fuese un candidato de tránsito. Cuidado que puede dar la sorpresa si termina estos meses con el mismo ritmo con el que lo ha comenzado.
Otra realidad que se ha hecho tozuda es la enorme cantidad de acémilas que todavía quedan en este país. Y es que en los días que quedan para la Huelga todavía queda tiempo de justificar el no secundar la movilización con muchas excusas por parte de los trabajadores, una de ellas, pensaba esta mañana, puede se la de la pinza.
Sí, ¿por qué no retomar la pinza? (dí que no hace falta, que los sindicatos están tan muertos, tienen tan poca representatividad y están tan integrados en el régimen, que no necesita el poder valerse de ninguna triquiñuela o embuste para reventar la Huelga General. Sabemos por otra parte, que este blog tiene lectores psoelistas así que bien cabe aportarles una herramienta de carácter intelectual por si tiene un almuerzo, en los días anteriores a la Huelga, un poco más movido que de costumbre.
Mire señor psoelista, sus argumentos frente al liberado sindical son fáciles al tiempo que demoledores. Él, el sindicalista, se empeñará con argumentos tales como facilitar el despido, legislar en contra de los trabajaores, etc. pero usted debe mostrar entereza y estar por encima de esos argumentos terrenales, usted debe recuperar un discurso más espiritual como en su momento fue el de la pinza.
En primer lugar debe recordarle que el PSOE es de izquierdas, es más, que es la izquierda, la única de este país y que así lo demuestran entre otras cosas los votos de las acémilas, perdón, de los trabajadores españoles incluído el suyo (tenga a buen seguro que ese liberado sindical, da igual de CCOO o de UGT votó al PSOE), dicho lo cual debe inmediatamente recordar la amenaza del PP que está al acecho y que la movilización va a favor del PP, de la derecha, de esa que privatiza, que hace reformas laborales, decretazos, que nos mete en guerras como la de Afganistán, es derecha que es tan mala y que esta huelga, no le quepa la menor duda, compañero (el compañero enfatícelo, ponga ilusión, sentimiento y algo de rebeldía pasada en la palabra) sólo sirve para dar alas a la derecha.
A partir de allí es fácil recuperar el discurso de la pinza. Puede también culminar con una frase como: "Bueno, no será tan mala esta reforma, al fin y al cabo la hace un gobierno de izquierdas y ese gobierno, que ha salido con tu voto, y que volverá a recibir tu voto en las próximas elecciones, no puede ir en contra de los trabajadores... todo eso es propaganda de la derechona (y de los comunistas que están de acuerdo con el PP, claro)