La derecha más rancia, la más conservadora, la más ultra ha sido una vez más derrotada por el Estado de Derecho. Podrán hacer misas (manifestaciones) multitudinarias, grandes declaraciones o propaganda cotidiana a través de sus medios de comunicación (ABC, COPE, La Razón, El Mundo, Intereconomía...) pero el sentido común y la fuerza de nuestra época se impone.
Bien. Creo que toda la gente con un poquito de sensibilidad se alegra de la sentencia del Tribunal Supremo. Es indignante que se apueste desde la irracionalidad en la fe de una única verdad Absoluta, se quieran imponer los criterios morales en todos los ámbitos de la vida, comenzando por la escuela, me refiero a la asignatura de religión, y que sean los mismos los que no quieran que en la escuela se transmitan los valores democráticos objetando que educan en la moral de los menores.
Es una buena noticia. Espero que lo siguiente sea que el PSOE denuncie los acuerdos con la Santa Sede (vaya nombrecito), que son preconstitucionales, y de una vez por todas España se convierta en un Estado aconfesional, es decir, sin confesión religiosa oficial, ninguna, por lo que fuera cruces de la escuela, la religión, y todas esas monsergas. Que se acaben con la participación de los poderes públicos en los actos religiosos (procesiones, festividades religiosas, misas...) y que se retiren los símbolos religiosos de los centros oficiales.
Una apuesta ¿a qué no lo hacen?
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