Bueno, pues el caso de la gran zona de casinos, hoteles, campos de golf, parques temáticos y no sé cuantas cosas más me recuerda a esa escena.
Desde el principio lo dimos algunos dijimos que el proyecto no nos gustaba, ni en la forma ni en el fondo. Los motivos son muchos y quedaron claros en su momento. Pero en pleno debate sobre el mismo aparecieron una serie de artículos en El Periódico de Aragón que nos informaba de la catadura de sus protagonistas (con intento de venta al Gobierno de Aragón de un milagroso motor que reducía las emisiones de CO2, tecnología puntera Serbia, si mal no recuerdo)
Poco a poco supimos que en la trama estaban implicados gentes poco fiables, que las sociedades no estaban capitalizadas, que todo olía cada vez peor... y vimos como el globo, al tiempo que se desinflaba se iba desplazando del entorno de Sariñena al de Fraga. Finalmente lo dimos por muerto (después de las novedades publicadas nadie en su sano juicio confiaría en la banda que estaba detrás)
Pero hoy reaparece con fuerza en todos los medios de comunicación. Y lo hacen con opciones de compra para un 40% de suelo que se supone necesitan. Y parece que lo hacen avalados por el PARtido gobernante. Digo bien, digo un sólo partido y no los dos. Al poco tiempo de su presentación avalada directamente por Marcelino Iglesias, éste desapareció de escena dejando todo el protagonismo al tío Biel.
Es más, Biel también fue desapareciendo de escena y las noticias relacionadas con Gran Scala pasaron a un discreto segundo plano e incluso a un tercero o un cuarto.
¿A qué viene ahora este despliegue de medios? ¿Acaso el Gobierno de Aragón ha retomado el proyecto? No lo creo, no son tan tontos. ¿Entonces?
Mi humilde opinión es que pretenden reavivar unas cenizas consumidas para desviar el problema de fondo que es la crisis de esta tierra y la ausencia de alternativas. Ni tan siquiera creo que sea una huída hacia delante. Me inclino a pensar que es una cortina de humo, un efecto teatral para hacer ver que se tienen respuestas, que hay soluciones y mientras tanto dejar pasar el tiempo a ver qué pasa.
Como decía, al igual que en la escena de la película, todo esto no es nada más que un montaje, protagonizado por actores, en este caso, malos actores.
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