Los nuevos Pactos de la Moncloa

Todo el mundo aboga por un gran acuerdo entre todas las partes, tanto los partidos políticos, como los agentes sindicales y económicos para salir de la crisis. Esa es la gran conclusión que pudimos extraer del debate que nos ofreció ayer TVE.

La situación es muy grave y todo el mundo debe arrimar el hombro. Además, en España ya tenemos una experiencia previa, los Pactos de la Moncloa.

En aquella época, en el año 1977, todavía España no era un régimen constitucional. En aquella época España atravesaba una crisis a la que no se le veía salida. En aquella época, a cambio de determinadas cesiones por parte de la izquierda (como el despido libre), se profundizó en aspectos democráticos (derecho de reunión, delito de tortura...) En definitiva, ante un régimen muerto (el franquista), la derecha española todavía sacó unos buenos rendimientos a cambio de algo que llegaba por su propio pié: la democracia y las libertades.

Pero el recuerdo que queda (o que se ha transmitido) es que tan sólo fueron unos acueros de carácter económico en los que todo el mundo arrimaba el hombro (eso quiere decir que quienes lo arrimaron fueron los trabajadores)

Hoy todo aboca a repetir esta misma situación, pero sin contraprestación política. Todo apunta a que se nos quiere llevar a unos nuevos acuerdos para la salida de la crisis "que afecta a todos por igual" y que nuevamente todo el mundo debe arrimar el hombro. La traducción de estos nuevos acuerdos pasarán, está claro por un fuerte esfuerzo por hacer que la economía española sea competitiva, es decir, que habrá que rebajar los salarios (¿un 15%?)

De nada servirá decir que esta crisis no la han provocado los trabajadores y que por lo tanto no la tienen que pagar. En todo caso se propondrán soluciones como luchar contra el fraude fiscal y cosas de ese estilo (es decir, hacer cumplir la ley que parece ser ahora no se cumple) y todo el peso recaerá sobre los de siempre.

De nada servirá decir que esta crisis es la consecuencia obvia de un modelo económico asumido por PP y PSOE, por CEOE y por CC.OO. y UGT, que lo que pasa es que el modelo neoliberal (o neocon que les gusta decir a los del PSOE) de construcción europea tiene estas bromas, que las políticas económicas españolas desde los años 80 han estado orientadas hacia un mismo camino, sin poder plantear otro tipo de opciones o prevenciones, que eso de Maastricht, o el Tratado de Lisboa no era tan buena idea... en definitiva, de nada servirá decir que hay que dar un giro a lo que hemos hecho hasta el momento.

Ya se encargarán los altavoces mediáticos de silenciar cualquier atisbo de crítica, volverán a producir un discurso oficial y llamarán extremistas a quienes se manifiesten en la calle porque simpre pagan el pato los mismos.

Lo más triste de todo es que en esta dinámica volverán a entrar los dos grandes sindicatos que, a cambio de su complicidad, se verán agraciados con más financiación pública para sus burocracias.