Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 16 de julio de 2009

CC.OO y UGT

Hoy el Diario del Altoaragón nos brinda una bonita foto de portada, un encuentro entre los principales dirigentes provinciales de CC.OO. y UGT. El motivo es mejorar las relaciones entre ambos sindicatos que están congeladas desde hace bastante tiempo. Era lógico, más allá de las desavenencias personales entre personas, existiesen o no, ya que son dos modelos distintos de hacer sindicalismo. (Digo esto para el caso de Huesca, no a nivel nacional).

Desde que Arancha García Carpintero se puso al frente de las CC.OO. oscenses el perfil y el rumbo del sindicato dió un cambio importante. Arancha y su nuevo equipo comprendieron desde el primer momento el verdadero papel de un sindicato, su acción sindical, meterse en el tajo, ver los problemas reales, hacerse eco de los mismos e incluso hacerlos suyos. Mildred, Porta, el convenio de las trabajadoras de la limpieza, por poner los ejemplos más mediáticos son claros ejemplos de lo que me refiero. CC.OO. no ha tenido miedo de enfrentarse a los poderes fácticos más representativos en defensa de los trabajadores y ello le ha llevado a un aura de prestigio que ha conducido a que se convierta en la primera fuerza sindical provincial superando a la otra imbatible UGT. Y además es un suma y sigue. Por decirlo de alguna manera ha crecido por su derecha y por su izquierda.

Naturalmente tiene mal encaje ese sindicalismo con el que practica UGT, correa de transmisión de un PSOE descafeinado y cada vez más neoliberal, neoconservador o como lo quieran decir.

Hoy, un nuevo dirigente sindical de UGT quiere recuperar la unidad de acción sindical con CC.OO. Sin embargo no sabemos si es tan sólo una pose de cara a la galería o realmente un giro en sus planteamientos. Esperemos que en caso de ocurrir ese encuentro entre ambos sindicatos sea por un giro de la UGT y no por un adocenamiento de CC.OO. Cada vez que la UGT o el PSOE realiza acercamientos a su izquierda es como el caballo de Atilla: lo arrasa todo para que quedemos en manos del capital.

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