Sí, hoy es un día grande porque José María Aznar, llevado de sí mismo, pletórico y autosatisfecho cada día se oculta menos y es más franco, más directo, y dice menos mentiras, en definitiva, es más él.
Nadie puede dudar que Aznar es un demócrata, uno de los de toda la vida. Tal es así que ha sido durante 8 años Presidente de Gobierno de un país europeo, occidental, miembro de la Unión Europea y reconocido como tal por el resto de países democráticos de nuestro entorno.
Ni ZP ni el PSOE se atreverían a decir de él que no es un demócrata, pueden decir que es de derechas, más o menos rancio, con una visión de la democracia más o menos estrecha, pero demócrata al fin y al cabo pues es un firme defensor de los valores propios de la democracia: el libre mercado, el parlamentarismo y las elecciones.
Y como buen demócrata defiende sin tapujos a la democracia allá donde esté.
¿Qué dice? Que nosotros somos una democracia pero que en Egipto o en Túnez, bueno no tenemos claro si deben serlo ya que ¿y si ganan los malos? Eso, un demócrata convencido no lo puede permitir.
Cada día me gusta más porque ya no se esconde, le pasa como a Botín que desde que están aplicando los recortes sociales está más contento con el Gobierno.
Esa franqueza me gusta. Espero que algún día el PSOE y los sindicatos se muestren igual que Josemari.
3 comentarios:
Aznar tiene opiniones simples, y usted también. Son tal para cual. Se complementan.
Qué mala democracia tenemos. Sólo podemos elegir simpleza: las suyas, o las de Aznar.
Así de simple
Bueno, Aznar es partidario de las elecciones en España, porque que se sepa ha estado en las preparaciones de dos golpes de Estado en latinoamérica mientras era presidente. Dos de los tres que el pueblo (en el caso de Venezuela) o los Servicios de Inteligencia (en el caso del magnicidio preparado contra Evo Morales) han sabido frustrar.
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