Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 14 de julio de 2011

Bajar impuestos

Bajar impuestos es progresista decía no hace tanto nuestro inefable ZP.  Bajar impuestos es la solución decía Ansar en la época de su milagro económico.  Bajar impuestos es el dogma incuestionables que también en Aragón nos ha prometido Luisa Fernanda en su investidura.  Pero ¿es cierto?  y si lo es ¿cuáles, los directos o los indirectos?

Como siempre, los que saben del tema lo explican mejor así que proponemos para su lectura otro artículo de Vicenç Navarro, didáctico, como siempre y que además no da puntada sin hilo explicando como se adoctrina desde los falsimedia.


Por qué los economistas neoliberales y el PP están equivocados cuando proponen bajar los impuestos como manera de estimular la economía

6 Julio 2011 | Categorías: Nacional |
Vicenç Navarro – Consejo Científico de ATTAC.
El dogma neoliberal afirma que la manera más eficiente y efectiva de estimular la economía es bajando los impuestos. Como prueba de ello, varios economistas neoliberales se han referido a la experiencia de la Administración del Presidente Ronald Reagan, cuando -según ellos- la reducción masiva de impuestos que supuestamente realizó tal gobierno en 1981 fue la causa de la recuperación económica a principios de los años ochenta en EEUU. Esta versión de los hechos se ha repetido hasta la saciedad, y se utiliza constantemente para justificar la reducción de impuestos como medida necesaria para estimular la economía.
Esta versión neoliberal de lo que hizo Ronald Reagan y de como se salió de la crisis es, sin embargo, profundamente errónea y fácil de comprobar, mirando los datos. Así lo he escrito en varias ocasiones. En realidad, Ronald Reagan fue el Presidente que subió más los impuestos en tiempos de paz desde la II Guerra Mundial. Bajó los impuestos de las rentas superiores pero subió los impuestos de la gran mayoría de la población. Y no sólo una sino dos veces. Con ello aumentó el gasto público de una manera muy marcada, expandiéndose enormemente el gasto militar, que fue lo que estimuló la economía. Lo que yo estaba recomendando es hacer lo mismo pero en lugar de invertirlo en gasto militar hacerlo en gasto social.
Como era de esperar, Sala i Martín, el economista neoliberal de mayor proyección mediática en Cataluña y en el resto de España, respondió con toda una serie de insultos (raramente este economista neoliberal habla sin insultar, típico de las derechas en España), ignorando cada uno de los datos que cuestionan su tesis neoliberal. Hubo un intercambio de artículos en La Vanguardia, en Junio de 2004, entre este economista y yo. Tal rotativo le dio la última palabra, y mi respuesta no fue publicada por este diario, que le ofrece un fórum, para promoción de su neoliberalismo. Así terminó el supuesto debate.
Hasta hoy. La última palabra la leerá, sin embargo, no en La Vanguardia, sino en el programa dominical de entrevistas del Canal de televisión estadounidense ABC (uno de los tres canales televisivos más importantes de EEUU) donde el economista que fue Director de la Oficina del Presupuesto de la Casa Blanca durante la Presidencia de Ronald Reagan, el Sr. David Stockman, fue entrevistado y en respuesta a la pregunta realizada por el periodista preguntándole su opinión sobre la propuesta que ha hecho ahora la dirección del Partido Republicano de bajar los impuestos como manera de estimular la economía, hizo las siguientes declaraciones. “Es un error del que aprendimos en 1981. Redujimos los impuestos en 1981 y pronto vimos que había sido un error. La recesión que estábamos experimentando era la mayor desde los años 30 del siglo XX. Fue un error bajar los impuestos. De ahí que inmediatamente subimos los impuestos, incrementando el gasto público a un nivel equivalente a un 1.2% del PIB”. Y por si no fuera suficientemente claro, añadió que, en su opinión, la subida de impuestos que proponía el Presidente Obama para aumentar el gasto público y estimular así la economía le parecía acertada, repitiendo que “La experiencia (de la Administración Reagan) muestra que la reducción de impuestos que hicimos en 1981 fue un error y lo corregimos inmediatamente subiendo los impuestos”. Esta subida de impuestos (junto con un aumento del déficit público que subió a un 6% del PIB) permitió un gran aumento del gasto público y la recuperación económica. Ni que decir que sus seguidores (como Sala i Martín), creyentes en la fe neoliberal, continuarán negando estos hechos. Más papistas que el Papa, continuarán con su “teología”, como la llamó David Stockman.
Bien, ahí tienen una muestra clara de que la verdad, es decir, la lectura de la realidad sin las barreras teológicas que la vician, siempre se impone. Pero, como dogmáticos que son, los economistas neoliberales continuarán creyendo en su dogma y ello a pesar que sus fundadores lo han abandonado ya.
Dos últimas observaciones. El PP, cuyo programa económico incluye sustanciales recortes de impuestos, es de los más neoliberales que se están proponiendo en la UE. Sigue políticas que están desarrollando el gobierno conservador británico y el gobierno de CiU en Catalunya y que incluyen grandes recortes de gasto público social junto con sustanciales bajadas de impuestos (que justifican con el predecible argumento de que tales desgravaciones estimularán la economía). Sería aconsejable que antes de llevar a cabo tales políticas consultaran con el Sr. David Stockman (que fue el fundador de Reaganomics) en lugar del Sr. Sala i Martín. El primero tiene mucha mayor experiencia y conocimiento de la vida real que el segundo y verán que tales recortes fueron un desastre para la economía estadounidense. Y sería un desastre para la economía española.
La segunda observación es una crítica, una vez más, a la televisión pública catalana, TV3, por presentar cada semana un programa de economía centrado en las enseñanzas del economista más ultraliberal existente en Catalunya y en el resto de España: el Sr. Sala i Martín. Este economista ve la privatización, incluida la privatización total a las pensiones públicas, tal como hizo el gobierno del General Pinochet en Chile, como parte de la solución a nuestros problemas. Tal televisión la paga la población que vive en Catalunya, en la cual, la postura extrema de tal economista, de querer privatizar toda la Seguridad Social cuenta con el apoyo sólo de una minúscula minoría. Y esto se hace semana tras semana como ejemplo de adoctrinamiento. Fíjense en el escándalo que se armaría si durante una hora un economista maoísta hablara en TV3 promoviendo la nacionalización de todo, incluido el quiosco de la esquina, una opción apoyada por una minúscula minoría no menor que la que apoya las tesis de Sala i Martín.
Una televisión pública tiene que presentar todos los puntos de vista y no sólo los de la derecha. El hecho de que no se haga es un ejemplo de instrumentalización política que explica el creciente rechazo (véanse los silbidos a la prensa y televisión en la manifestación en Barcelona del movimiento 15-M) hacia tales medios. La misión de un medio público como TV3 no es adoctrinar o persuadir, sino informar. Esto no lo está haciendo.

5 comentarios:

elmasfato dijo...

Siendo realista una bajada de impuestos puede aliviar las economías familiares y las de las empresas, la presión fiscal a la que estamos sometidos hace que se encarezca desde la lista de la compra hasta llenar un depósito de combustible, pasando por la contratación de mano de obra, etc. Pero en la situación que nos encontramos se necesita dinero y si no es de los impuestos ¿de dónde lo sacamos?
El problema es el control del gasto, o mejor dicho el derroche. Aquí la gestión del dinero publico sólo les preocupa a la hora de cambiar de coche oficial, ir a comer a mejores sitios, dormir en mejores hoteles, colocar a los amiguetes y de vez en cuando sacar alguna medida populista de tipo social para callarnos la boca. Más les valdría crear empleo, fomentar la producción y eliminar la multiplicidad de administraciones.

Espartaco dijo...

Las bajadas de impuestos no existen. Si volvemos la vista atrás todas las bajadas de impuestos han tenido dos características: a) han sido a las grandes fortunas a los más ricos.
b) a corto y medio plazo ha supuesto una subida de impuestos indirectos (como explica el artículo y como pasa en la realidad)

Los impuestos tienen como característica la redistribución de la riqueza mediante determinadas políticas, por ejemplo, si subo los impuestos directos (a los que más tienen) podré realizar ayudas fiscales (reales) en temas de primera necesidad como la electricidad, el gas, el butano, el transporte público, el alquiler de vivienda... además de asegurar lo que se llama salario indirecto, es decir, prestaciones que de otra forma tengo que pagar por mi cuenta: ortodoncias, gafas, libros escolares, comedor, etc.

Cuando se habla de impuestos siempre se hace desde la demagogia. Los impuestos son la pieza clave de unas políticas de izquierdas, sin impuestos no hay izquierdas y éstos deben gravar a quien más tiene. El caso de Telefónica es palpable: más de 10.000 millones de beneficios y paga menos impuestos que ningún lector de este blog. (porcentualmente, claro)

hemithecomix dijo...

Si, vale, de acuerdo, mal que nos duela bajar impuestos no es una posibilidad a tener en cuenta en tiempos de crisis salvajes, como dice asidefatos, ¿de donde sacamos el dinero? si bajan los impuestos.

Cierto que un gran ahorro pasaría por eliminar duplicidades administrativas y que los políticos no dispusieran con tanta facilidad de dinero tanto en metálico como en prebendas por el cargo. También hay que acabar con esa actitud del "que dirán" y ahorrar en fastuosidad y boatos varios solo para aparentar ante el mundo. Apretarse el cinturón no supondría un sacrificio tan grande si se suprimieran y ahorrasen en todas estas cosas que no son necesarias.

Y ante todo dejar de ir por el mundo en plan "somos muy solidarios" y vayamos condonando deudas a países sudamericanos y enviando millones de euros en ayuda a otros países, de poca ayuda seremos si caemos en la bancarrota.

Aunque algo que me llama la atención es que algunos aun propaguen la fascinante idea de que el milagro económico de mediados de los 90 se atribuya a estos
Fachas-PPflautas con el hitlerín Aznar a la cabeza.

Les pasó lo mismo que le pasará al Inefable desdentado (al menos lo parece)Rajoy que la crisis escampe y se le atribuya el merito a los Fachas, si están en la poltrona del gobierno para entonces.

Aznar se dedico a rebajar prestaciones sociales y eliminar derechos laborales, nada tuvo que ver su "gestión" con la salida de la crisis, como en todas las crisis se sale con el tiempo y estos PPflautas estaban en el momento justo y en el lugar adecuado,se atribuyeron ellos el merito. Hay que joderse.

Espartaco dijo...

Las políticas del PP eran tan sólo la continuación de las políticas de Solbes, el último ministro de la era González. Ambos hicieron las mismas cosas. Es de destacar que la primera etapa ZP tuvo un aire distinto tal es así que el mismo ZP se reconoció como el primer PRESIDENTE del gobierno realmente socialdemócrata. Claro estaba basado en un espejismo (su gasto social que era lo único socialdemócrata que hubo) ya que sus ingresos provenían de la misma política económica que el PP: la burbuja.

Pero ambos perdieron ingresos fijos del estado y los completaron con políticas de venta de activos (privatizaciones) Fueron ambos, sin excepción.

Por cierto que Sudamérica, así, en líneas generales, durante los años 80 sufrió las políticas del FMI neoliberales que les llevó a la ruina pero hoy, así, grosso modo, rompieron con esas políticas y no tienen deuda ni los problemas que tenemos nosotros, claro está que hacen (inventan) otras cosas muy distintas. Además debemos tener en cuenta que los criterios de solidaridad ya no es con ellos sino con África a quien estamos esquilmando a través de nuestras multinacionales. La solidaridad con ellos no es nada mas que la vuelta de un ínfimo porcentaje de lo que les robamos. Las cifras globales son espantosas.

Y sí, estoy de acuerdo con que es necesaria una profunda austeridad de los políticos y un mayor control de lo que gastan pero no nos creamos lo que circula por internet, casi todo equivocado respecto a lo que gastan, ya que, aún siendo muchisimo dinero no es ni lo que cuesta una semana de nuestras aventuras imperiales en Afganistán, Libia, Somalia...

Sólo los aviones de Libia gastan en un día más gasolina que todos los coches oficiales de España juntos.

Hay que hacer recortes, seguro, pero ¿dónde?

elmasfato dijo...

Si se bajan los impuestos por lógica el estado recauda menos y tiene menos para gastar. Administrar en tiempos de crisis conlleva un sacrifico por parte todos (reducción de políticas sociales, privilegios de los políticos, beneficios empresariales, etc). Nosotros tenemos que jodernos y aguantar pero ellos si no saben maximizar esos recursos su única solución es volver a subir impuestos, qué facil. Lo que está claro es que no están preparados para gobernar ni maximizar esos recursos. Para lo del sacrificio ni te cuento.