La reforma

Esta tarde, a las 8, nos han vuelto a convocar para una nueva concentración contra las agresiones del PPSOE a las conquistas sociales.

Esta vez convocan los sindicatos y pese a ellos habrá que ir.  Claro que hay dos versiones sobre la concentración, los unos, los pesebristas, tienen que justificar su malestar con razones de forma, los otros lo hacen con razones de fondo.

Los pesebristas invocan los motivos de forma: la reforma de la Constitución se realiza en contra del espíritu de la  misma, es decir, si consultar al pueblo soberano, digamos que es un golpe de mercado.  Éstos no entran al fondo del asunto, a los motivos provocan este cambio y se quedan tan sólo en la superficie.  Les parece un escándalo (y lo es) que se reforme en un plazo de 72 horas un texto que hasta tan sólo hace unos días era sacrosanto.  Una reforma que por otra parte no responde a los argumentos que expone el PPSOE como ayer mismo demostró la bolsa y la prima de riesgo.

Los otros, los que esta tarde nos manifestaremos, creemos que hay un fondo además de una forma.  La modificación constitucional responde a una nueva etapa de un camino comenzado ya hace tiempo por el PPSOE: el modelo anglosajón neoliberal.  La modificación constitucional supone un giro a la derecha sin posibilidad de retorno ya que impide por la vía legal que dentro de unos años se puedan practicar otras políticas en caso de una victoria de la izquierda en el parlamento.  Supone un cierre a otro modelo por la vía política parlamentaria.

Es algo parecido al sistema monárquico: usted puede ser republicano, es más, puede haber en España una mayoría republicana pero es imposible que en España se proclame una república dentro de la actual ley (Constitución).

Con las políticas económicas futuras pasa lo mismo.  Nunca habrá una mayoría parlamentaria suficiente como para modificar este cambio constitucional ya que la derecha siempre tendrá los votos suficientes como para impedirlo.  La traición de uno de los partidos sustentadores del régimen a sus votantes es manifiesta y lo peor es que lo saben.

Lo saben porque desde que se conoció la noticia el malestar fue profundo entre las filas del PSOE e incluso hubo un conato de rebelión, tanto a título individual como de forma colectiva (PSC) pero la cercanía de las elecciones y la amenaza de no ir en listas electorales acabó con la escasa dignidad que les quedaban a sus señorías.

Podrán vender la moto como quieran, podrán cantar misa en gregoriano para explicar este golpe de timón pero lo cierto es que nos han vendido para unas cuantas décadas, nos han vendido sabiendo que este cambio es la justificación para que en los próximos años los servicios públicos (sanidad, enseñanza, servicios sociales...) no tengan financiación, para que empeoren, para que, a la postre, se privaticen.

Será la política de Esperanza Aguirre en Madrid o la sanitaria de Más en Cataluña la que se extenderá a toda España sin posibilidad de cambio.  Es el principio de las privatizaciones en masa, lo que piden los mercados en definitiva.