Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 11 de octubre de 2011

Adiós, Gran Stafa, adiós

¿Acaso merece la pena dedicar tan sólo unas breves lineas para enterrar definitivamente ese proyecto monstruoso (en todos los sentidos de la palabra) que tantas vanas esperanzas truncó entre la inocencia de la gente?

¿Engañada una comarca entera?  ¿Una provincia?  ¿Todo Aragón?

Pero aquí no pasa nada.  Cierto que una banda de rufianes estuvieron a punto de someter a sus caprichos nada menos que a todo un gobierno autonómico vendiendo nada más y nada menos que fuegos de artificio y mucho humo, cierto que se modificaron leyes, que el mismo Gobierno de Aragón encabezó una megalómana presentación del proyecto, cierto que las fotos y primeras planas eran pequeñas para tanto político que quería ser protagonista, cierto que los políticos comarcales picaron y engulleron el anzuelo hasta dentro.  Es más, muchos honrados ciudadanos fueron víctimas de un timo, tan bien orquestado que todavía lo defienden a voz en grito.  Mucho nos recuerda eso a tantos otros estafados que culpan a la administración en vez de a los estafadores (el caso de Forum Filatélico es el más evidente)

La buena fe de la gente, la confianza en sus políticos al uso les lleva a ser extremadamente crédulos e ingenuos.  Claro que todo eso no sería posible sin el papel de los medios de comunicación que son meros notarios del poder sin ausencia de crítica pervirtiendo así su principal papel democrático como cuarto poder. Cada día se parecen más a la hoja dominical o a los periódicos soviéticos y cumplen perfectamente con su papel de adoctrinadores.

Ahora nadie es culpable.  El tema tan apenas genera un mero breve en páginas interiores.  Por supuesto tampoco se espera ninguna dimisión entre los políticos, pero eso es lo corriente.

Sí, debemos enterrar esta estafa y no poner ni tan siquiera una lápida pero sí debería hacer una estatua conmemorativa en medio de las plazas de los pueblos, con los nombres de los promotores, de los impulsores, de sus allegados y de los medios de comunicación, todos ellos tan culpables como los mismos estafadores.

Una estatua que sirva de memoria colectiva, para escarnio de presentes y aviso para el futuro.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ha dejado en Ontiñena 1,2 millones de euros, unas seis veces lo que se hubiera obtenido si se hubieran cultivado las tierras.

Nadie ha perdido nada salvo los promotores.

Espartaco dijo...

Sí, sí, el timo de la estampita les salió mal a los timadores y los timados sacan pecho.

Anónimo dijo...

Pero qué veo, acusa usted a unos empresarios de estafadores. ¿por qué no les lleva usted ante los tribunales? Y el señor Víctor C., ¿por qué no se lo demanda? Quizás porque las esperpénticas discusiones y argumentos de los que gusta Víctor C. sólo le satisfacen cuando sirven para denostar al quien no piensa como él.

Anónimo dijo...

Y, en cualquier caso, si el timo de la estampita les ha salido mal y han perdido dinero, los "timados", como usted les llama, no han perdido nada, y además han ganado. No veo yo el timo por ningún lado.

Anónimo dijo...

El timo es tu misma existencia estúpido anónimo.