Esperanza

Es un crac.  Esperancita es una figura que merece pasar a los libros de historia.  Realmente es una artista, con un fino olfato para las oportunidades políticas, siempre en primera linea de fuego (aunque Rajoy lo intente evitar, es más, el mismo Rajoy hace mutis por el foro).

En plena tormenta de recortes y presupuestos disminuidos, ante la enmienda a la totalidad que ha presentado el PP a sus propios presupuestos, con una situación de alarma social increscendo, con globos sondas tales como que los enfermos se paguen sus medicamentos, sus radiografías y hasta su estancia en el hospital llega Espe y se dirige a su electorado con un mensaje ideológico de profundo calado: las autonomías cuestan mucho dinero.  Si el Estado Central recupera Justicia, Sanidad y Educación ahorramos a las arcas públicas 48.000 millones de euros.

Ya está resuelto el problema.  Esperanza es un genio.  No explica de donde se produce semejante ahorro, cómo consigue cuadrar esas cifras... lo dice, lo afirma y ya está.

Claro que Esperanza le mete un gol a Rajoy por toda la escuadra pero es una operación de mayor alcance, es una operación de mantenimiento ideológico de la derecha pura y dura en el seno del partido popular.  Y es que hasta La Gaceta comienza a ser crítica con lo que pasa.  Se buscan nuevos referentes.  La situación económica es mala, muy mala, y es posible que Mariano tenga los meses contados.  ¿Un relevo dentro del PP?

Esperanza con estas declaraciones consigue dos cosas: por un lado situarse nuevamente en puestos de salida ante un posible desastre del gobierno Rajoy y una dimisión de Mariano ante una situación económica incontrolada; por el otro desviar el debate público sobre las políticas de recortes (perdón, ajustes) explicando que nada tiene que ver con un fracaso del modelo neoliberal de bajar impuestos a los más ricos y un consumo desorbitado generador de burbujas de todo tipo, no, el problema viene por un incontrolado gasto público consecuencia de un estado descentralizado.

Una artista, eso es lo que es.  Claro que más allá de su operación de alcance algo deberíamos reflexionar sobre su mensaje, incluso desde otro plano, el de la igualdad: ¿Murcia Comunidad Autónoma?  ¿Con una sanidad distinta de la de Albacete?  Alguna reflexión deberíamos tener.