Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

viernes, 18 de mayo de 2012

Hemos estado cerca, muy cerca

Esta semana se ha cerrado como se merecía, con otra alarma esta vez propiciada por las comunidades autónomas del PP, pero la más reseñable es la de la Lideresa.  La Lideresa presumía de tener sus cuentas en orden y sin facturas en los papeles. Y es que no podíamos esperar otra cosa de estos gestores que se venden a sí mismos como tales.  Si han hecho lo que han hecho tan sólo con Bankia imaginen lo que van a hacer ahora que tienen todo el Estado.  Bankia era al PP lo que Madrid o Valencia a Aguirre o Camps.  (O Baleares a Mata)

Mariano no dice nada porque está dentro de lo esperado, los conoce bien y sabe que no puede esperar otra cosa, son de los suyos, de su sangre, de su credo, y no tiene ninguna duda de a donde nos llevan sus compañeros de partido.

Sin embargo a esta semana tan sólo ha sido la culminación lógica, trampas y mentiras.  Porque la semana ha sido de una lectura doble, por un lado lo que nos han dicho los medios de comunicación y por otra la realidad de la economía.  Ciertamente hemos estado cerca del abismo.  No nos hemos caído pero seguimos en el borde y es posible que el lunes demos un paso al frente.

El caso Bankia ha sido claro y palmario.  Lleva tiempo, desde su salida a bolsa, con un discurso falso sobre su fortaleza que intuitivamente se reconocía en el valor de sus acciones, hacia abajo.  Lento pero seguro.  Sin embargo en los últimos 10 días se han precipitado los acontecimientos.  Bankia es intervenida (falsa nacionalización), aceleración geométrica de la pérdida de valor accionarial hasta que el jueves se desploma.

El desplome provoca pánico y algunos impositores comienzan a retirar sus ahorros.  (No sabemos si Rubalcaba se los llevó a su casa o los dejó)  Las acciones se hunden y el jueves termina en jueves negro.  La respuesta es inmediata: Montoro se reúne esa noche con Botín, con González y con el resto de capi de capos y analizan la situación.  El miedo es incontrolable y con tan sólo una sucursal que se quede sin dinero para devolver a tan sólo un impositor puede provocar una reacción de pánico que provoca el cierre de Bankia y que en pocos días, dos o tres, se extiende al resto de entidades.  Así que, todos conformes deciden que hoy viernes van a comprar acciones de Bankia, a recuperar el valor de las mismas a costa de perder dinero para taponar inmediatamente la vía de agua.  Y así las acciones suben casi un 30%.  Cierra la bolsa, nos enteramos de las mentirijillas de Espe y sus colegas y tenemos fin de semana.

¿Servirá el fin de semana para calmar los ánimos o por el contrario ahora que las acciones han subido será el lunes otra vez un día de ventas por parte de los pequeños accionistas que se sienten estafados con esas inversiones?  Y si es así, y el lunes se venden acciones ¿volverán a intervenir el resto de las entidades financieras?  ¿Cuánto tiempo podrán soportar esta situación, este rescate camuflado?

Mientras tanto queda por despejar otra incógnita ¿cuánto tiempo aguantará España con una prima de riesgo en torno a los 500 puntos?  ¿Intervendrá el G 8 el lunes en nuestra economía o por el contrario asistirá como mero espectador a una quiebra española?

La semana que viene la respuesta.

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