Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

martes, 9 de abril de 2013

Pero... ¿cómo es posible?

Si, si, ya sabemos que desde el blog hace tiempo que venimos diciendo que Huesca tiene una mentalidad cercana a lo medieval, que los cambios le aterran, que su costumbrismo, lejos de ser algo pintoresco se ha transformado en una situación malsana, en una enfermedad crónica, perniciosa, que dificulta cualquier cambio, por modesto que sea pero... ¿es posible que mejorar el servicio de bus urbano también sea objeto de polémica?

Siempre habrá colectivos recalcitrantes que se oponga a todo tipo de adelantos, vengan de donde vengan.  Imaginen que la propuesta de peatonalización hubiera arrancado, digamos, no sé, de Izquierda Unida, imaginen... pues sí, habría manifestaciones por las calles y, a buen seguro, escarches en los domicilios de esos concejales tan osados de procurar una mejora para la ciudad y sus habitantes.  Esta vez la propuesta ha venido por parte de los conservadores, esos que recuperan procesiones del Corpus y van a misa con mantilla y por eso precisamente se libran de ser profundamente denostados e incluso perseguidos por parte de quienes son guardianes de las esencias patrias de nuestro pueblo.

Pero esto ya es paranoico puesto que autobús, malo o peor, ya teníamos.  ¿También es objeto de crítica mejorar el servicio existente?  Parece ser que también.  Tal es así que incluso gente con un mínimo de criterio (se supone) tiene miedo de mostrar un apoyo sin fisuras a este tipo de cambios y lo hacen con prevención.

Huesca es una ciudad provinciana muy conservadora, sí, pero ¿tanto?  ¿Será verdad que quien mejor conoce la idiosincrasia oscense es el PSOE y por eso el es partido más conservador del Ayuntamiento?

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