Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

lunes, 29 de julio de 2013

¿Marca blanca?

Una de las acusaciones se más se leen por la red (y se escuchan en las barras de bar) es que EQUO es la marca blanca del PSOE para dividir el voto a su izquierda.  Una estrategia que ya les salió bien en otros momentos (recuerden al Partido Democrático de la Nueva Izquierda) ya que al final todos terminaron en la Casa Común.

En aquél momento hubo muchas personas de buenas intenciones que creían en la necesaria reconfiguración de la izquierda y sumaron sus esfuerzos a un proyecto personalista basado en dos o tres nombres de los que, una vez usados, nunca más se supo (por ejemplo Cristina Almeida)

La misma acusación se ha realizado sobre UPyD, partido de marca blanca (con diferentes patrocinadores, según lecturas) que tiene como objetivo que los votos del bipartidismo no oscilen a uno u otro de sus integrantes.

No creemos en el blog que esto sea realmente así aunque pueda haber indicios para pensarlo.  El ecologismo tiene una larga trayectoria sobre todo en Europa Central, resultado de un intenso movimiento pacifista y ecologista en los años 70 y 80, en plena Guerra Fría.

Los análisis del ecologismo son, las más de las veces, certeros aunque sus propuestas, en muchas ocasiones, se puedan tildar de meras caspas de esmalte ya que no proponen soluciones integrales.  Ello no quiere decir que sea un movimiento homogéneo ya que entre sus componentes hay corrientes importantes que propugnan la superación del capitalismo, de allí que en ocasiones se consideren movimientos anticapitalistas.

Ahora bien, ¿cuajará en España un partido político como EQUO?  Realmente su implantación territorial no es notable, su militancia escasa (aunque en ocasiones cualificada), está basada en una proyección pública muy centrada en una figura central, muy personalista.  Eso sí, pretenden hacerse un hueco en el panorama político español con ganas de mantenerse.  Es por ello que han rechazado, o lo van a hacer, la integración en un gran frente de izquierdas que se propicia desde IU.  Eso es lícito y hasta saludable.

Sin embargo entra en profunda contradicción con su apuesta por llegar a entendimientos con las fuerzas nacionalistas periféricas (Compromís en Valencia o CHA en Aragón), por no hablar de dejar el campo libre a ICV en Cataluña quien apuesta por un acuerdo con la Izquierda Española.

Contradicción porque ese acuerdo con los nacionalistas periféricos igualmente diluye su imagen en una sopa de letras y sirve a intereses locales y meramente electoralistas tales como permitir a esos partidos coaligados con ellos sacar pecho en sus respectivos territorios cuando consiguen "entrar" en las instituciones aunque esa presencia sea meramente testimonial y no sirva realmente para mucho.

Desde el blog saludamos cualquier propuesta que aporte nuevos puntos de vista a la realidad sociopolítica por eso pensamos que EQUO, una vez tomada su decisión de no formar parte de ningún acuerdo de izquierdas y de concurrir en solitario, debería ser coherente y hacer realmente eso, presentarse en solitario, para medir su fuerza e implantación, no camuflarse bajo otras siglas.

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