Sumisos y miserables. Cínicos e hipócritas

Mientras un espía arrepentido llamo Snowden filtra todos los malos usos de la CIA y de los distintos gobiernos de los USA, el mundo civilizado, occidental, que presume de defender los derechos humanos y las libertades civiles, es decir, los países de la Unión Europea, no sólo mira hacia otro lado a la hora de ofrecerle asilo político sino que se integra en una conspiración internacional contra la soberanía de otros países llegando a violar la libertad de movimientos del Presidente de Bolivia.

Es repugnante ver, leer y escuchar en los medios de comunicación a los principales dirigentes europeos clamar contra el espionaje que han sufrido, ver que el Parlamento Europeo aborde hoy esta cuestión y mientras tanto se impida que el avión del Presidente de Bolivia pueda surcar el espacio aéreo de Francia, España, Portugal e Italia por si el espía arrepentido que les ha facilitado al información está a bordo de ese avión camino de un país de tercera que sí le puede ofrecer asilo político.

¿Quién dio la orden?  La Casa Blanca, está claro.  Y los perritos falderos europeos cumplieron con el mandato de su amo sin dudar ni un momento.

Abochorna ser ciudadano de un país con su soberanía tutelada y sin restos de dignidad.  Da lo mismo quien esté al frente de los gobiernos, conservadores como en España o Portugal o "socialistas" como en Francia.  Es lo mismo, la fórmula PPSOE sirve para el conjunto de la Unión Europea.

¿Imaginan que Bolivia o Venezuela, o Ecuador hubiesen impedido el vuelo del avión de un presidente de un país europeo porque hubiese la sospecha de que podía ir en el mismo un espía de, pongamos, Cuba?  El escándalo hubiera sido internacional.  ¿Y si hubiera pasado en el Air Force One?  Motivo de desembarco de los marines, o cuando menos de exclusión aérea y bombardeo con Drones.

¿Qué hubieran editorializado periódicos como El País, El Mundo, ABC, La Razón?  ¿Qué oiríamos de boca de esos tertulianos de pago que abundan tanto por las emisoras de radio y televisión?

Bochorno, sonrojo.  Pero no que los USA espíen (eso es de cajón), o que los dirigentes europeos hagan la pantomima de mostrarse enfadados, lo terrible del caso es que la sumisión y falta de respeto a las libertades y soberanía de otros países la hagan pública impunemente, sin riesgo de crítica por parte de sus ciudadanos.