Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

miércoles, 8 de enero de 2014

Credibilidad

Cristina Federica Victoria Antonia de la Santísima Trinidad de Borbón y Grecia, asi se llama la susodicha.  Con semejante nombre (y apellidos) ¿alguien tiene la menor duda sobre su destino definitivo?  Al igual que Botín, su futuro no está en la cárcel, por más delitos fiscales que haya podido cometer. 

Pero es bueno para los españoles que la hija del Monarca no temine con sus huesos en la cárcel, es bueno para los españoles que ni tan siquiera termine con una condena menor de esas que no entras en la cárcel.  Es bueno, no que la indulten, último recurso de los partidos del Régimen, es bueno que ni tan siquiera se la pueda juzgar y se la desimpute inmediatamente porque los españoles necesitan despertar, necesitan reaccionar.

Durante lustros nos han contado el bonito cuento de que esto es una democracia y que Ellos representan a la democracia, que no hay otra forma de entender el gobierno del pueblo y que ustedes tienen derechos y obligaciones al igual que el resto de los españoles.

Al tiempo que nos decían estas cosas la realidad se jalonaba de evidencias que mostraban lo contrario: indultos a banqueros, jueces expulsados de la carrera judicial, corrupción sin castigo por defectos de forma, delitos muy graves que son sobreseidos por caducidad... sin embargo el discurso dominante seguía calando en la mentalidad española creyendo que esto es un Estado de Derecho y que la justicia era igual para todos sin importar ni su posición social ni el dinero de su cartera.  (Sólo hay que ver a la población carcelaria para darse cuenta de lo falso de esas afirmaciones)

Pero esta vez es distinto, la hija del Monarca supone un punto de inflexión por lo llamativo de sus delitos y su posición social e institucional.  Es meneseter que cuanto antes se evidencie la mentira del Régimen y muestre sus vergüenzas, es necesaria una bofetada de realidad que despierte a la masa ciudadana y le evidencie quien es quien en el tablero de juego.

La absolución de la Infanta (y de Urdangarín, naturalmente) es un requisito necesario para seguir restando credibilidad a un Régimen que comienza a fallar por sus cimientos.  Eso y, naturalmente, la no abdicación del Monarca.  El actual Jefe del Estado debe morir en la cama como Rey de España, no debe abdicar.  Además lo saben en la Casa Real porque sólo el Jefe del Estado es inviolable y, a no ser que busquen una solución al estilo Juan Pablo I (algo no deseado) es de prever un largo reinado de Juan Carlos I de al menos una década más.

Eso es bueno para los españoles porque despertarán y al final el clamor será muy mayoritario, tanto que barrerá todo lo relacionado con una Monarquía carente de legitimidad al igual a que a los partidos sostén del Régimen.

Será en ese futuro donde habrá que abordar otros cambios de mayor calado.

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