Democracia a la europea (y española)

Los momentos difíciles son los que evidencian la pasta de la que está fabricada esta democracia.  Mientras Grecia toma posesión de la Presidencia de la UE prohibiendo derechos básicos de los ciudadanos como el de reunión y manifestación, en Hamburgo, Alemania, se declara el estado de excepción policial suspendiendo, igualmente, derechos básicos de los ciudadanos y en el Reino Unido de la Gran Bretaña se exculpa al policía que mató a un joven de 29 años que fue el origen de importantes disturbios ciudadanos.

¿Imaginan que algo de ésto pasase en Venezuela, por ejemplo?  Sería de ver el tratamiento que darían los medios de comunicación, las portadas, los artículos de opinión, las tertulias radiotelevisivas... sin embargo pasa en la Europa democrática y por lo tanto forma parte de la normalidad a la que estamos acostumbrados.  Nos dicen que esto es una democracia y nos lo creemos.  En Venezuela, por seguir con el ejemplo, esto no pasa pero allí hay una dictadura.

En España, los demócratas de toda la vida piden limitar el derecho de reunión o los delincuentes ya juzgados y condenados no entran en la cárcel, pero aquí también vivimos en una democracia y eso son lances normales del juego.  ¿Lo imaginan, por ejemplo, en Cuba?  ¿Imaginan que, por ejemplo, Las Damas de Blanco no pudieran anunciar sus proximas movilizaciones y manfestaciones en La Habana o en otras partes de Cuba?  Allí sería normal eso es una dictadura aunque se reúnan y manifiesten.

Allí hacen propaganda y culto al líder mientras que en España esas cosas no pasan porque tras la modélica transición vivimos en una democracia, pero lo mejor de todo es la anunciada exculpación de la Infanta por los casos de blanqueo de dinero y otras menudencias: la pobrecica no sabía lo que hacía porque carece de conocimientos fiscales y contables.  (Por eso cobra 240.000 euros trabajando para LA CAIXA, por no tener ni idea).

Sin embargo hay quienes todavía creen que esto es lo que dicen que es, una democracia, en la que todos somos iguales ante la ley, que el Estado garantiza los derechos básicos y fundamentales y además se atreven a expresarlo, por ejemplo la revista TIME




No, tranquilícense ustedes, aquí sólo entran en prisión los delincuentes de poca monta, los que de verdad roban, roban y vuelven a robar a manos llenas a todos nosotros son tratrados como señores y con mucho respeto.