Resucitar cadáveres

Si la mitad de la energía que empeñan nuestros próceres en resucitar cadáveres la empleasen en crear vida esto sería el Jardín del Edén.  Pero la cosa todavía es peor ya que cuando no están dedicados a la labor del doctor Frankenstein usan sus fuerzas y su tiempo en fabricar muertos.

En Huesca sabemos mucho de eso, primero de crear cadáveres (por cierto con el dinero de los demás) como el aeropuerto de Monflorite, el AVE, el Palacio de Congresos... y luego en tratar de resucitarlos, de encontrarles algo útil cuando lo mejor sería darles cristiana sepultura.

El último de los experimentos se llama PLHUS, esa plataforma logísitica sin conexión con el ferrocarril de mercancías que ocupa hectáreas y hectáreas de suelo ya urbanizado para dar sostén a una tienda de zapatillas de deporte y pelotas de fútbol, a otra de coches y una tercera de cemento y ladrillos.

Quizá sea por inspiración de ésta última que han retomado aquello de "picos, palas y hazadones, mil millones".   Desgraciadamente no saben que esa frase la dijo el Gran Capitán cuando le pidieron cuentas de sus éxitos en las guerras de Italia.  Aquí también son mil millones pero para reivindicar fracasos.

Y es que los gerentes de PLHUS han decidido intentar devolver la salud a quien ya nació muerto con otra suculenta inversión que no servirá para nada según nos dice Ana Alós.  Esta vez, y van dos seguidas, debemos saludar la crítica que hacen los concejales de CHA que ponen el dedo en la llaga con el precio de las parcelas y, en todo caso, con la variante sur ya que la conexión ferroviaria está fuera de toda posibilidad.

En fin, otro despropósito más.  Tendremos una buena comunicación para llegar a ninguna parte (más allá de poder comprar alpargatas para jugar al fútbol)