¿A qué partido votaría?

Como es tradicional, cada 23 de abril, Heraldo de Aragón nos regala una encuesta para que le demos vueltas y más vueltas y trabajemos las más variadas hipótesis sobre los datos que nos ofrecen.  Nos centraremos en los datos de Huesca dejando para otros el resto.

La abstención se calcula en torno a un 40%, porcentaje que entra dentro de la normalidad de los ultimos años.  Por ejemplo en el año 1999 más de un 57%,  en los años 2011 y 2003 rondó el 64%, y en las de 2007 un poco más de un 60% destacando el año 1995 con una participación de un 68%.

Destaca en la encuesta la caída del voto nacionalista aragonés que confirma una tendencia comenzada hace ya un tiempo.  El discurso regionalista se ha tornado peligroso para una población que mayoritariamente se siente española y vive con temor la evolución política de Cataluña por lo que realiza un voto muy gregario y primario respecto a los sentimientos patrios.  Ya hemos hablado en alguna ocasión sobre el nacionalismo y sus efectos electorales que genera un voto irracional y enraizado en los aspectos más emocionales del individuo polarizando posiciones: nacionalista español o nacionalista aragonés.  En cuestiones de creencias absolutas no caben posiciones intermedias y en Aragón tanto el PAR como CHA sufren los efectos del separatismo catalán.

A ello debemos sumar que la situación de crisis económica hace que los ciudadanos busquen referencias ideológicas en la división clásica entre derechas e izquierdas por lo que la bandera (en este caso cuatribarrada) del nacionalismo no da respuestas a los problemas actuales.  CHA sufre especialmente este asunto debido a su deriva de los últimos años (desde el último congreso) en que abandonó las posiciones más izquierdistas para centrase en un discurso nacionalista y de centro.

Lo mismo podemos decir del discurso verde que en muchos sitos se ve como una extemporaneidad más propia de pequeño-burgueses que tienen su vida resuelta que de personas comprometidas socialmente.

De allí la entrada con fuerza de UPyD y el ascenso de IU.

Por último hay que destacar que el bipartidismo sufre una cierta pérdida de apoyos pero el PPSOE sigue siendo, y con mucho, la fuerza más votada, algo lógico en una población como la oscense, conservadora y temerosa de los cambios.  Ya se sabe que el mundo rural es mucho más conservador (respecto a todo) que las grandes ciudades.  Las pequeñas ciudades tienen un proceso muy similar.

La encuesta es por lo tanto bastante realista aunque nos parece que el PSOE puede estar un poco sobrevalorado en la misma, pero no tenemos datos suficientes para poder opinar sobre ello.

Ahora les proponemos que cojan una hoja excel y juegen con ella.  ¿qué pasaría si hubiera una candidatura unitaria de la izquierda (IU-CHA-EQUO)?  Veamos. Con una suma directa (sin mayores complicaciones de posible efecto llamada que tendría este experimento) los porcentajes de esta opción serían de un 18,25% que se traduciría en 5 concejales a escasos votos del sexto, perdiendo 1 el PP y 2 el PSOE.  En caso de que la coalición obtuviese el 6º concejal el PP perdería uno más.  UPyD quedaría igual.  Es decir, que la posible Corporación quedaría: PP: 8-9, PSOE 7-8, IU 6-7, UPyD 1-2.

Y eso, volvemos a decir, sin sumar el posible factor sumatorio que tendría sobre una parte del electorado que se animaría a votar izquierda y que ahora opta por la abstención o voto nulo o blanco.

¿Acaso no da para reflexionar?

Dentro de un mes podremos comparar el voto de las europeas con la encuesta y tendremos más elementos de jucio pero de momento, ¿no merece la pena una reflexión.?