Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo.

Abraham Lincoln

jueves, 7 de enero de 2010

Cabalgata de Reyes: necesitamos un cambio en la ciudad

Tras las críticas del pasado año a la cabalgata de Reyes, el Alcalde de Huesca ha comprendido el mensaje. Si el año pasado fue criticado por sacar a los jugadores de la SD Huesca en un autobús este año los ha llevado en descapotable.

Los niños y niñas no entienden esos coches (antiguos) ni conocen a las personas que van dentro (tampoco la mayoría de los padres y madres que allí estaban) Pero el Alcalde rectifica así, como Felipe en el 96.

Claro que cuando Felipe persistió en el error y no cambió su deriva neoliberal nos llevó directamente a los brazos del PP. ¿Es posible que esto pueda ocurrir en Huesca?

Quizá algún lector piense que exagero, que una Cabalgata de Reyes no debe derivar hacia esos razonamientos pero la dichosa cabalgata es tan sólo el menor de los ejemplos de lo que supone una persistencia en los múltiples errores del PSOE oscense.

Está claro que el PSOE tiene un proyecto agotado para Huesca, que está al límite, sin ideas, sin propuestas y además sin intención de cambio de rumbo y la ciudad necesita urgentemente un cambio completo.

Ahora bien, ese cambio ¿puede venir de la mano del PP? Sinceramente creo que no. Es imposible. Y lo es porque el PP realizará las mismas políticas que el PSOE (aunque sin componente folklórico, eso sí), con más cautela, sin tanta desfachatez, pero desde la derecha.

Frente a eso hace falta un giro a la izquierda que el PSOE es incapaz de ofrecer. ¿Qué queda entonces?

Una izquierda fragmentada y sin grandes expectativas. Un partido Verde con aspiraciones a meter la cabeza en la institutución, una CHA que pretende una lista renovada en la que Luis Gállego volverá como número 2, donde una Azucena ocupará un tercer puesto (aquello de "metamos a Azucena en el Ayuntamiento"), es decir, propuesta de un voto por la persona y no por el proyecto y un número uno que esperan que sea una sorpresa, un conocido (y buen) abogado que quieren sirva de revulsivo. Por su parte Izquierda Unida continúa sin aclararse si son galgos o podencos, si hace una refundación o una refundición y sin aclarar si es socialdemócrata o anticapitalista.

Huesca necesita una izquierda que ilusione, una izquierda que responda a una situación excepcional, una izquierda que aborde seriamente los problemas de fondo de la ciudad (sigue siendo un pueblo con importantes lazos caciquiles en sus relaciones sociales y políticas) y hace falta, desde ya, una candidatura unida, que ilusione, que sea realmente alternativa de gobierno.

Si algo tenemos claro es que la unión de esos tres partidos en una candidatura sería un revulsivo importante y que sería algo más que la suma de los votos de los tres.

Desgraciadamente si algo tengo claro es que sus dirigentes no creo que estén a la altura de las circunstancias históricas y que mirarán más por ser la cabeza de ese pequeño ratón a intentar algo realmente grande.

11 comentarios:

lorenzo meler dijo...

Buena pinta tiene lo que dices, aunque como bien sabrás por alguna que otra discusión que hemos tenido en la blogsfera, no veo la unión de los verdes con la izquierda tradicional (o refundida como tú bien dices).

No eres la primera persona que lo comenta y en el partido (en el de los verdes, que es al que pertenezco) lo hemos debatido y seguimos en ello.

De todas formas hay una cosa que no me queda clara de lo que dices ¿a quién te refieres con "líderes de partido"? porque en el que pertenezco somos asamblearios y no decide una sola persona.

DS dijo...

Y si el problema es que no hay nada más allá de los políticos. ¿Será Huesca ficticia?

Espartaco dijo...

Efectivamente en alguna otra ocasión, querido Lorenzo, hemos sobrevolado el tema.

Bien dices dos cosas: que tú no lo ves y que en tu partido sois asamblearios. También pasa lo mismo en CHA y en Izquierda Unida. También hay gente que no lo ve y ellos también son asamblearios.

Pero deberás reconocer que en tu asamblea, como en la de IU o como en la de CHA, sois cuatro gatos. Con buenas intenciones, pero cuatro gatos. Y por lo tanto todos sois líderes y base.

Yo os pregunto, tanto a los líderes como a las bases ¿qué piensan los votantes sobre éste asunto? ¿Acaso no deberían ser ellos los que tuviesen la última palabra o es que los militantes sois ciudadanos de otra pasta distinta?

Porque si algo tengo claro es que el votante de izquierda, el alternativo, el anticapitalista, el... en definitiva, el que está en esta órbita lo tiene muy, mejor, lo tenemos muy claro.

Espartaco dijo...

Esa, estimado DS puede ser la otra realidad que no queremos ver los tozudos que todavía creemos en el humanismo, en la república y en la ciudadanía, que en realidad no existe nada más que en nuestra buena voluntad el humanismo, la república y la ciudadanía... el resto es morralla.

Anónimo dijo...

Buenas, soy "el tocapelotas",
es que Huesqueta es así, y no hay más. ¿Qué se puede esperar de un pueblucho?
Si no le gusta véngase pa Zaragoza.

Espartaco dijo...

Interesante reflexión la de "el tocapelotas", no la de que sea Huesca un pueblucho sino la de que Zaragoza sea distinto con un alcalde que hace una expo tras otra como solución a no se sabe muy bien qué, que pone el nombre del santísimo Josemaría a una calle, se vuelve loco con el nuevo campo de fútbol del Zaragoza, cree que todavía hay pocos megacentros comerciales...

¿Esa es la alternativa?

lorenzo meler dijo...

Si que hay más cosas más allá de los políticos, y menos mal. Una de las propuestas que se hacen es algo como lo de Europa Ecologi, donde no solo se juntaron partidos políticos, sino también agentes sociales, ONG, asociaciones y sindicatos para crear algo alternativo que iba más allá de lo meramente político-partidista (que es lo que se propone en este post)

El cambio está en la política, así lo creo, pero no en los políticos, al menos lo que conozco hasta ahora.

Con el tocapelotas no puedo estar más en desacuerdo. Me ha tocado trabajar en varios sitios, desde pueblos como Monreal del Campo (Teruel) hasta Zaragoza. Ahora estoy en Almudévar y si te soy sincero, cuanto más pequeño mejor (como dijo aquel, lo pequeño es bello). El acercamiento a la naturaleza diariamente sólo se puede hacer en un pueblo, entendida la naturaleza no sólamente como árboles y animales sino también como personas. No me cabe la menor duda, de que la felicidad (la mía digo) está dentro de lo pequeño, en este caso los pueblos. Por cierto, insoportable fue trabajar en Zaragoza.

Espartaco dijo...

Efectivamente la propuesta de este post es de carácter meramente político y además local, atendiendo a las circunstancias excepcionales por las que atraviesa la ciudad. De todas formas nunca he pensado en que las cosas deben venir de arriba abajo, es decir que se cree algo de dimensiones europeas o nacionales para mimetizar ese ejemplo, pienso lo contrario que se debe construir de abajo arriba y con la suma de ejemplos y experiencias locales se crea lo mayor.

Anónimo dijo...

Naturalmente que vivir en sitios pequeños tiene ventajas e inconvenientes. Ventajas las que ustedes quieran, inconvenientes que todo es a escala provinciana, cuando no puramente cateta.

En Zaragoza nadie pensaría en tomarse en serio qué y quién sale en la cabalgata de reyes, y menos todavía hacer de ello un análisis político. Pero en Huesca la cabalgata debe ser lo más interesante que pasa. Aquí los temas son el tranvía sí o no, los carriles bici si o no, la red de cercanías y la nueva estación en la gran vía, expo-nabo sí o no, etc. Ya quisieran en Huesca poder hablar de estos temas, aunque fuera mal.

Lo dicho: les gusta a ustedes el campo, pues perfecto, disfrútenlo. Pero también asuman las consecuencias: Huesca es un pueblo y no da más de sí. El alcalde es tan catetico (menos, creo yo) como el resto de la población. Y hacer análisis políticos de la cabalgata de reyes es... huesqueta a tope!

Espartaco dijo...

La Santa Iglesia Católica incluso tiene hasta cosas buenas. Una de ellas es de definición de Pecado Capital a la Soberbia.

Es cierto que Huesca es un pueblo y Zaragoza una gran (y muy fea por cierto) ciudad española. Pero no es la más grande. Más grande son Madrid o Barcelona. Incluso, a escala europea Zaragoza no deja de ser una cosita con poca trayectoria en comparación con París, Berlín, Roma, Londres o Moscú.

Pero a su vez éstas no son nada si las comparamos con el Gran Buenos Aires, Méjico DF, Nueva York, Kioto...

¿Y qué me quiere decir usted con todo eso? Imagine que desde Kioto le hacen a usted y a su ciudad el mismo análisis que hace usted sobre Huesca (a la comparación me refiero) Pues seguramente se quedará tan frío como me quedo yo. Es más, seguramente pensará que la comparación es una solemne estupidez.

Pero imagine que hace esta comparación alguien que vive, por ejemplo, en Graus. Él pensará lo contrario, que Huesca es muy grande. ¿Y...?

Mire usted, la expo nabo es una catetada y no por ello se descalifica a los zaragozanos. El debate del tranvía (algunos pensamos que hace mucho tiempo debería haberse dado solución al tráfico en Zaragoza) no deja de ser la respuesta a los problemas de movilidad de esa ciudad, acorde a su tamaño, como es el debate de los aparcamientos en Huesca o la peatonalización del centro, el mismo debate acorde con nuestro tamaño.
Debates sobre las cabalgatas de Reyes aparecen en todas partes, en Madrid, sin ir más lejos, por la aparición en la misma de los Pro-Vida... en fin, yo le recomiendo que se quite las anteojeras (que son propias de otros animales) y se ponga gafas (que es lo propio de los seres racionales cuando andan mal de la vista)

lorenzo meler dijo...

no sé, igual me he explicado mal. Quería decir que la belleza está en las relaciones personales mas que en un tranvía.

El titular de hoy del diario del altoaragón es la helada, el sábado la muerte de un etnólog oscense, el viernes el precio de una escultura para una rotonda,... y los de ustedes en su diario local (el heraldo) pues será el tranvía, alguna de sus expos,... ¿quién le da la importancia cada cosa? pues parece que usted, imagino que llevado por la cantidad de dinero que cuesta cada cosa, o por la envergadura de la obra, repercusión a nivel mundial,...

Me da que el intento de su objetividad a la hora de valorar las cosas está sujeto a la subjetividad de un urbanita (aunque esto si que es un pensamiento subjetivo, jejej)

Por cierto, el otro día estuve en Zaragoza y me encantó pasear por la ciudad, estuve como dos horas caminando, viendo monumentos, parques y obras, muchas obras.